Buenos dìas HERMANOS SUPER LINEAMETRENSES!!. Les deseo que tengan un dìa fuertemente bendecido. Leyendo una nota del pastor bautista britànico Charles Spurgeon, sentì en mi corazòn que Dios me indicaba que la debìa compartir con todos ustedes. La misma se llama…ÈL SIRVE BIEN A QUIENES LE SIRVEN BIEN…
¡Què promesa èsta!. Servir a Dios, en sì mismo, es un excelso deleite. Pero, què inmenso privilegio es que la bendiciòn del Señor descanse sobre nosotros en todas las cosas!. Nuestras cosas màs comunes se vuelven benditas cuando nosotros mismos somos consagrados al Señor.
Nuestro Señor Jesùs tomò el pan y lo bendijo, he aquì, nosotros tambièn comemos del pan bendito. Jesùs bendijo el agua y la convirtiò en vino: el agua que bebemos es mucho mejor para nosotros que cualquier vino con el que los hombres celebran. Cada gota contiene una bendiciòn. La bendiciòn divina està en el hombre de Dios en todo, y permanecerà con èl en todo momento.
¡Què importa si sòlo contamos con pan y agua!. Pues se trata de pan y agua benditos. Pan y agua tendremos. Êsto està implìcito, pues tiene que estar allì para que el Señor los bendiga.
“Se te darà tu pan, y tus aguas seràn seguras”.
Con Dios a nuestra mesa, no solamente pedimos una bendiciòn sino que tenemos una. No es sòlo en el altar, sino tambièn en la mesa, que EL nos bendice.
¡ÊL SIRVE BIEN A QUIENES LE SIRVEN BIEN!. Esta bendiciòn de la mesa no es por deuda, sino por gracia. En verdad, hay una gracia triple: EL nos concede gracia para servirle, por SU gracia nos alimenta con pan, y luego, en SU gracia lo bendice.
“Pero ustedes serviràn al Señor su Dios. ÊL bendecirà tu pan y tu agua. Yo quitarè las enfermedades de en medio de tì”. (Êxodo 23:25).
Dios los bendiga amados hermanos y continuen a servirle con excelencia. Ricardo (17-7-2013)
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